jueves, 18 de agosto de 2011

Mi padre era un hombre desordenado, y en consecuencia, convivía bien con las contradicciones en las que incurría a diario. Una de estas contradicciones era su odio, casi manía persecutoria a los equilibrios inestables. Cada vez que se encontraba, al abrir cualquier armario de la casa o cualquier caja o baúl, con uno de ellos, profería en gritos y maldiciones (que solían mezclarse con el estrépito de los objetos al caer), se le llevaban los demonios, y se veía obligado a huir y retirase en su despachito (lugar donde se producía una mayor sinergia de equilibrios inestables, por cierto).

Para mí, un equilibrio inestable es algo atractivo, sobre todo por el carácter de desafío a la lógica y a la física más básica, por esa sensación de tiempo suspendido, detenido justo antes del momento en el que todo se desmorona y se viene abajo. También, desde un punto de vista casi arqueológico, esas construcciones de objetos sumados unos a otros de forma casi aleatoria, permiten recorrer el tiempo a la inversa, si vamos estudiando la disposición de cada uno de ellos.

Es indudable la calidad estética de estos equilibrios, que nos permiten observar asociaciones creadas al azar (o no) casi a la manera dadá de la descontextualización.

Mi padre luchaba contra ellos, y yo, como versión nueva y modificada de él que soy, me veo siempre rodeado de ellos, pero mi postura es otra. Yo intento hacer un arte de vivir en un constante equilibrio inestable.

Y no hablamos únicamente de libros mal apilados.


3 comentarios:

  1. Mencanta el concepto!!! Si buscara uno para definir mi vida no encontraría uno mejor! Pensando en ello, en un principio el tema de la inestabilidad siempre me da miedo y pienso que me quiero quedar con la estabilidad, buscarla a toda costa, pero qué sería de la gracia de la vida sin esa inestabilidad que te llega sin poder remediarlo. Como tú dices, al final es atractiva la combinación. Mancantao!! Magustao mucho que me hayas hecho pensar más en ello, y creo que, de hecho, de ahora en adelante voy a disfrutar más de mi equilibrio inestable!!! :-)
    Gracias por compartir con nosotros!!Esto de tener amigos blogeros cada día me gusta más! :-)
    Bsitos mil!!

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  2. Creo que a este blog le iría al pelo mi cita de cabecera: "A un tipo como yo, de presente inestable y futuro ignorado... pues, ¿hay que tenerle confianza, ¿no?". Yo se la robé a Cantinflas, y tú podrías robármela a mí, porque "quien roba a un ladrón..."

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  3. buscar el equilibrio en lo inestable es una aventura maravillosa, como tu blog

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