La última vez que estuvimos juntos,

que nuestras costillas se enredaron,
y nuestros intestinos se anudaron.
Aún recuerdo,
la última vez que estuvimos juntos,
cómo acaricié con mis dedos tus riñones.
cómo besé tu diafragma,
cómo llenaste con tu lengua mis cuencas oculares,
cómo deslizaste las yemas de tus dedos
por el filo de mi fémur.
No podré olvidar,
la última vez que estuvimos juntos,
cómo salpicamos el suelo, las paredes
y el techo
con nuestra sangre.
Y, al revolvernos,
dejamos a los pies de la cama,
empapadas,
las sábanas, la piel,
y nuestra carne.
(fotografía tomada de la web)
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